Este año la fiesta de Halloblogween tiene lugar en la casa de Charo. Si queréis asistir, os dejo la invitación en este enlace.
A continuación el tema musical que propongo y el relato con el que me uno a tan terrible celebración. Recomiendo leer mi relato con este fondo musical.
EL ÚLTIMO PENSAMIENTO
DEL PROFESOR MATESANZ
Nadie es dueño de su último
pensamiento. El del profesor Matesanz al menos fue coherente con su compromiso
con el reciclaje. Pensó es increíble que
después de tantas campañas divulgativas la gente siga sin saber cómo se tira la
basura.
Como también fue coherente con su
compromiso medioambiental morir víctima de una dentellada dada esa precisión de
cirujano propia de los antropófagos recicladores, quienes antes de alimentarse
con sus más sabrosas vísceras, le despojaron de sus ropas y objetos, que
seleccionaron cuidadosamente, para depositar cada cual en el contenedor
correspondiente. Los restos del cadáver quedaron, lógicamente, en el contenedor
de restos orgánicos.
Para esas extrañas y desconocidas
criaturas, híbridos de gato, rata y residuos orgánicos cuyo hábitat son los
contenedores, el profesor Matesanz fue un delicioso manjar y una inmejorable
fuente de alimento que les sació durante semanas. Estaban hartos de esas
personas que arrojan todo tipo de desperdicios en una misma bolsa, cuyo sabor les
era desagradable y apenas les aplacaban el hambre.
Tanto él como sus otras víctimas,
quedarán en esas listas de personas desaparecidas que nunca aparecerán pues sus
restos fueron perfectamente reciclados.
En realidad este relato es
reivindicativo: pido mejor iluminación allí donde se sitúan los contenedores. A
veces da mucho miedo abrirlos por el miedo a que salga algo de dentro, algo, tal
vez un antropófago reciclador…