Me enteré por el Daily que ya no volverías a participar en nuestras reuniones semanales, esoso a los que asistimos cada semana en una casa, aquella en la que Gus nos indica que se celebra el encuentro.
Esta semana el encuentro te lo dedicaremos, serán homenajes a ti, a tu imaginación, a tu bonhomía y esos homenajes se publican en el Daily
Y ¿sabes?, el hecho de homenajearte cambió mi rictus de tristeza por otro de reto, quisiera provocar una de esas sonrisas tuyas, tan abiertas, tan contagiosas como las que sobreleemos en tus escritos o como vemos en tus fotos. Una sonrisa casi como esta:
Viéndose
agredidos por las huestes del País de las Calabazas, que habían invadido la
República de Otoño atravesando las fronteras del Este sin encontrar
resistencia, el presidente de la República convocó urgentemente una cumbre con
las repúblicas aledañas para tratar de defender de inmediato territorios,
posesiones e incluso sus propias vidas, que con esa agresión exterior veían
ahora claramente amenazadas.
Como cada día
desde hacía años, al mediodía en su su despacho, situado en el ala oeste,
que algunos denominaban el “Kremlin Vaticano”, atronaban las campanas que llamaban
al rezo del Ángelus.
Omiso a la
llamada, leía la comunicación llegada de la República de Otoño, sabiendo que la
diplomacia vaticana, poco tenía que hacer, su ascendente sobre el País de las
Calabazas, otrora determinante, hoy era nulo.
Fue imaginar a su
amigo, el presidente de la República del Otoño, vestido de Harry Krueger, o de
Harry Potter o de Harry el Sucio y ponerse a disponer una acción de los
servicios secretos.
El territorio de
la República de Otoño estaba asolado por los jingles con los que bombardeaba la
propaganda calabaciana, amedrentado por las imágenes pretendidamente graciosas que
machaconamente emitían las pantallas que habían hecho llegar hasta el último
rincón de la república.
El general Sun
Tzu Giap se daba esta vez por perdido. El plantaba cara, como hizo en la
campaña anterior, la operación Pêthdo, pero en esta penetración sibilina que
realizaban los calabacianos hallowineros no había nadie a quien combatir, nadie
a quien apuntar con sus lanzacastañas.
Los espías
vaticanos eran tres veteranos muy adecuados para esta tarea, ellos llevaban
años luchando contra un gordo imperialista. Solían viajar en camello, pero para
esta misión se camuflaron como moteros. Su arma era sencillamente un
diccionario, un diccionario, eso sí, muy especial: el Diccionario Filosófico
Personal y Flexible o Dicofilopersiflex.
Y su magia,
claro, con la que creaban regalos que les abrieron las puertas de las grandes
empresas que financiaban la ofensiva calabaciana, entregando a cada uno de los
responsables un ejemplar del Dicofilopersiflex, al tiempo que, los tres
a coro le decían: “Sois toujours poète, mème en prose”
Lo que
desconcertaba a los responsables, primero porque no sabían francés, pero una
vez que obtenían la traducción se decían a si mismos: ¿Poeta yo?
En la confusión
decidían comenzar a leer el diccionario descubriendo que existe una fantasía muy
diferente a la que ellos vendían.
La invasión cesó,
los calabacianos fueron explorando otras ideas, dejando de avasallar con
las suyas.
No obstante lo
cual, el Presidente de la República del Otoño se presentó en el Parlamento disfrazado de mariachi.
NOTA 1: Como diría
Sani, este es un relato flexible, es decir que me reservo el derecho a cambiar
sin previo aviso ni justificación alguna cualquier parte de su contenido .
NOTA 2: Aprovechando lo del diccionario personal he inventado algunas palabras, como habréis podido apreciar. Incluso he rebautizado a Freddy Krueger como Harry, por un error que mantengo, ya que queda bien.
NOTA 3: Llevo varias semanas yendo fatal de tiempo para leer y comentar los relatos de los compañeros. Esta me va a ser muy difícil, así que disculpadme que no haga comentarios.
14 comentarios:
Muy bello. Gracias por inspirarme pues no encontraba la manera de comenzar. Respecto a lo del tiempo y los comentarios ya sabes que ando como tu. ¿Será cosa del mes de Agosto y sus "agobios"? Besos y a disfrutar lo más posible.
Interesante homenaje a un juevero.
Que tengo como seguidor. Que raro.
Así que felicito por la convocatoria. Tu relato estuvo a la altura de las circunstancias. Bien hecho.
Totalmente surrealista, pero curioso, seguro que a Sani le hubiera gustado, igual que a mi.
Un beso
jajajaja flexible y absurdo, seguro que le has hecho reír!!
Un beso amigo güevero!!
Surrealista y muy inspirado el relato-homenaje a Sani. Seguro que se está riendo con las palabras nuevas que has creado con el diccionario Dicofilopersiflex.
Un gran abrazo Juan Carlos.
què lindo y qué entrañable te ha salido, Juan!
un secreto juego entre amigos, me pareció.
abrazos
Pareciera como si el espíritu de Sani se hubiera apoderado de tus letras 😉Un beso
Has conseguido lo que buscabas, un relato flexibe, tanto como entretenido, surrealista y gargado de intención. Muy bueno Juan Carlos.
Un abrazo.
Has conseguido Juan Carlos hilar una trama absolutamente genial que seguro, haría las delicias de Sani, me encantó lo de disparar castañas a los calabacinianos. Por lo menos dos de sus textos sacas a relucir a LUCIR. No sabes cuánto me gustaría leer el diccionario saniano, se aprendería mucho de la vida, de la ironía, del hedonismo, de sabiduría, pero tú, alumno aventajado, le rindes sentido y lúdico homenaje.
Por Max Sani, por ti, un besito.
Creo que la sonrisa es la mejor y más fiel manera de recordar y homenajear a alguien querido que ya no está. Tu texto resulta eso: una entrañable sonrisa.
=)
Un abrazo!
P.d
también a mí el tiempo me está resultando más que escaso!
Y provocaste mi sonrisa y este momento que es triste lo convertiste en mágico.
Un abrazo.
Hola, Juan Carlos. Creo que has escrito un relato de esos que a Sani le habrían hecho reír y felicitarte. Has optimizado su primer párrafo, al tiempo que has introducido con gran habilidad en nombre de su blog y su contenido. Te felicito en mi nombre y en el de Sani, con el que aún me siento unida. ¿Sabías que Sani tuvo otro blog que se llamaba Baudelerianismes? Tenía un imaginación portentosa. Un beso y gracias por ese bonito ejercicio saniniano.
Divertido, surrealista, con complejo de cuento. Un relato fascinante... O mejor debiera decir que una fábula, pues no deja de contener entre líneas un mensaje que me ha encantado...
Y, como diría Sabina, ojalá que el diccionario detenga las balas... Aunque no estaría mal lo de verlas convertidas en castañas ;)
Me gustan las palabras inventadas, las risas a medio brotar, y la expresion bobalicona del Presidente de la Republica del Otoño.
Leido del derecho y del reves llego a la misma conclusion ¿oyes los aplausos de Sani?
Un besazo
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